Por Oscar Dufour | 
En el marco de su XVII viaje apostólico, luego de una intensa semana de luces & sombras que transitó entre la apertura al público de la residencia papal de “Castel Gandolfo”, el llamamiento a los Jesuitas, la polémica recepción al Presidente de Venezuela, la apertura de los archivos de la última dictadura militar argentina para víctimas y familiares directos de detenidos-desaparecidos, la prohibición de la Iglesia de esparcir cenizas de difuntos o conservarlas en casas, el terremoto que destruyó la Basílica de San Benito de Nursia en Italia; el Papa Francisco arribó a las 11 de hoy al aeropuerto de Malmö en Suecia, donde lo esperaba una multitudinaria recepción (video-créditos vaticanes).
La conmemoración común –luterano católica– del quinientos aniversario de la Reforma, lo encuentra al Papa Francisco valorando la importancia de este viaje eclesiástico, al tiempo que señala a la prensa, la importancia de su contribución para transmitir la labor apostólica. Ante un escenario imponente de seguidores, Francisco fue recibido por el primer Ministro Stefan Löfven y por la Ministro de la Cultura y la Democracia Alice Bah-Kuhnke, en presencia de algunas autoridades del Estado y miembros de la Federación Luterana Mundial; posteriormente, se reunió en protocolo de cortesía, con la familia real integrada por los reyes de Suecia Carlos Gustavo XVI y Silvia.
La oración ecuménica entre la Iglesia Católica y la Federación Luterana Mundial fue en Lund, donde aguardaban al Santo Padre el primado de la Iglesia de Suecia, Arzobispo Antje Jackelén y el Obispo católico de Estocolmo Anders Arborelius con quienes se unió para proseguir en procesión hacia el altar mayor. El Obispo Munib Younan, Presidente de la Federación Luterana Mundial pronunció una homilía, posteriormente hizo lo propio el Papa Francisco concluyendo de esta manera su liturgia “Luteranos y Católicos rezamos juntos en esta Catedral, y somos conscientes de que sin Dios no podemos hacer nada; pedimos su auxilio para que seamos miembros vivos unidos a él, siempre necesitados de su gracia para poder llevar juntos su Palabra al mundo, que está necesitado de su ternura y su misericordia”.
LA IMPORTANCIA DEL DIÁLOGO
El encuentro de Lund liderado por el Papa Francisco, se vincula de esta manera con el aniversario de la Reforma que las Iglesias luteranas conmemorarán en todo el mundo en 2017, cuando se cumpla el 50º aniversario del diálogo católico-luterano comenzado en 1967. Es el camino de la reconciliación que promete un futuro de unidad, donde la Doctrina de la Justificación ocupa un lugar preponderante.
Veamos de qué se trata:
La Federación Luterana Mundial se instituyó en Lund en 1947, y es una comunión de Iglesias, exactamente 145, presentes en 98 países y 74 millones de fieles. Las Iglesias están agrupadas en 7 regiones cuyos delegados participan en la Asamblea, el órgano supremo de la Federación. La Presidencia, la Secretaría General, la Oficina de Comunión y el Consejo, tienen sede en Ginebra y su actividad se articula en tres directrices estratégicas: teología y diálogo, evangelización y compromiso humanitario.
La oficina de prensa vaticana explica con mucha claridad que la elección de Lund, como lugar de la oración ecuménica común entre la Iglesia Católica y la Federación Luterana Mundial, se debió a varios motivos: Allí se fundó la Federación que celebrará su 70º aniversario el próximo año. El 31 de octubre recuerda, además, el “Día de la Reforma” fecha en que, según la tradición, Martin Lutero puso sus 95 tesis en la puerta de la Iglesia del castillo de Wittemberg en 1517.
EN CONCLUSIÓN: Los informes de los diálogos como las respuestas entre la Iglesia Católica y la Federación Luterana Mundial, trasuntan un alto grado de acuerdo, por lo tanto, en el Papado de Francisco ha llegado la hora de transitar el camino de la reconciliación, que promete un futuro de unidad con las consiguientes decisiones vinculantes. En su homilía en la Catedral de Lund, el Santo Padre lo definió de esta manera: “Católicos y Luteranos empezamos a caminar juntos por el camino de la reconciliación. Ahora, en el contexto de la conmemoración común de la Reforma de 1517, tenemos una nueva oportunidad para afirmar un camino común, que fue conformándose durante los últimos 50 años en el diálogo ecuménico entre la Federación Luterana Mundial y la Iglesia Católica. No podemos resignarnos a la división y al distanciamiento que la separación produjo entre nosotros. Tenemos la oportunidad de reparar un momento crucial de nuestra historia, superando controversias y malentendidos que a menudo impidieron que nos comprendiéramos unos a otros”.
Los que quieran oír… que oigan
FUENTE: http://5minutosdenoticias.com/francisco-no-podemos-resignarnos-la-division-al-distanciamiento/

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