¿Por qué? Tres preguntas que al momento no tienen respuestas.
La República Argentina,
el País que le abrió las puertas a todos
los hombres de buena voluntad que quisieron habitarlo, nuestro lugar en el
mundo, nuestra tierra, la que amamos, lamentablemente a muchos nos hace sentir
por estas horas “sensaciones” muy desagradables. Es horrible temer al lugar que
queremos, estar en esquinas que conocemos muy bien y espantarse de sus sombras,
evitar transitar por nuestras calles con la tranquilidad que siempre nos caracterizó,
ver escalones conocidos y no poder subirlos, no querer subirlos.
Hasta ahora nunca había realmente entendido
como hay gente que podía vivir con miedo, como era vivir con un estado de ánimo
muy cercano al pánico, hombres y mujeres temerosos de trasladarse solos a sus
hogares, a sus trabajos, gente asustada de encontrar a cada paso violencia en
esta Argentina insegura de hoy, gente preocupada de no poder terminar bien su
día, gente con miedo verdadero y no solo a la oscuridad y a la noche, sino lo
que es peor, gente que le teme a otra gente, cuando creíamos que todo ello
estaba definitivamente desterrado.
Es gente que siempre pensó que el
miedo le pertenecería a otros, a gente más débil y vulnerable, es gente a la
que todavía nunca le había tocado, pero paso, y fue esta vez con la trágica y
cobarde muerte del Fiscal Federal Alberto Nisman que nos tocó y alcanzo a
todos, daño hasta el mismísimo corazón de la República, y cuando te toca y
llega de esta manera, cuando la dimensión es tan gigantesca, te das realmente
cuenta de la gravedad de las cosas que importan, la piel se te eriza, el
corazón se agita, nos llenamos de profunda indignación y nos preguntamos si
alguna vez volveremos a ser esas personas sin miedos. Nos preguntamos tantas y
tantas cosas, y seguimos sin respuestas serias como la de esta mañana del máximo
representante del Gobierno Nacional, el Jefe de Gabinete de Ministros Jorge
Capitanich al romper las “hojas de un diario”, lo que interpreto como un claro
mensaje de provocación.
Así el nivel de las cosas, con el más ruidoso de los
silencios seguimos sumando a la lamentable “violencia social” este luctuoso hecho
de “violencia política”, me refiero al Fiscal Nisman y no al grosero mensaje matutino
de Capitanich.
Tres preguntas
que al momento no tienen respuestas.
1) ¿Por qué mataron al Fiscal Alberto
Nisman, cual fue el real motivo?
2) ¿Quiénes y cómo lo asesinaron?
3) ¿Quién o quienes se benefician con
su muerte?
En esta investigación no debemos
aproximarnos, debemos saber la verdad, como fueron realmente los hechos y
quienes son todos sus culpables. La muerte de Alberto Nisman es una muerte política.
A un Fiscal de la Nación, en este contexto, se lo asesina por motivos políticos
y por lo tanto debemos centrarnos en el eje de la cuestión y no en “operaciones
y contraoperaciones de distracción” que solo benefician a sus culpables e
instigadores.
No debe existir ninguna razón o cuestión
de Estado, que pueda justificar retrasos y encubrimientos en la búsqueda de la
verdad de este asesinato político, el primero desde la vuelta a la democracia.
Quienes querían su eliminación lo han logrado; quienes querían encubrir la
verdad, también por el momento lo han logrado.
Tal vez, estos 14 días hayan servido de
reflexión, para que quienes han callado u omitido testimonios, se animen a
brindarlos a la Justicia. También, para darnos cuenta, -sin cuestionar o
valorar el trabajo de la Fiscal Viviana Fein-, que se necesitan más y decididos
Fiscales para investigar el caso, que con ella sola no alcanza. Que los que no estén
a la altura de la circunstancias, no quieran o no puedan, se vayan, antes de
dejarse presionar y amedrentar.
Queremos que los responsables en la investigación
actúen con total honestidad e independencia, ya que la historia va a ser el
mayor Juez de este caso, y también en consecuencia los va a juzgar a ellos implacablemente.
En la actualidad, si miramos en retrospectiva el “caso” en una breve línea de
tiempo, nos vamos a dar cuenta de las grandes contradicciones, del intento de construcción
de historias fantasiosas, de acciones muy burdas fuera de todo “protocolo” y de
una gran hipocresía por parte de algunos que tienen altas responsabilidades
institucionales.
Entre tantos, a modo de ejemplo, les
comento a nuestros lectores, que en una nota de hace pocas
horas, los prestigiosos periodistas Nicolás Wiñaski y Daniel Santoro,
refirieron a la página 287 de la denuncia del Fiscal Nisman difundida a través
de la agencia de noticias del Poder Judicial, ya que la versión original que estaría
en la causa por su muerte abre muchos interrogantes. Según la investigación de Wiñaski
y Santoro, -desmentida a posteriori por el Juez Lijo argumentando en un
comunicado que “fue la decisión de este juzgado suprimir el texto como medida
de preservación de lo solicitado”-, la mayor parte de las oraciones redactadas
por Nisman en esa carilla están tachadas
con trozo negro: son 24 renglones ilegibles, son párrafos que corresponden
a la primera parte del “Petitorio” y
serian de alto impacto para la opinión pública. A diferencia de esta “versión final”
que tiene tachaduras, fue encontrada en el tacho de basura del departamento de Nisman, una versión que sería original y que
contiene esa medida mencionada en forma completa y legible.
Conclusión
No queremos ciudadanos con miedo, no
queremos Jueces y Fiscales con miedo, no queremos Periodistas que se vayan del País
por miedo y falta de garantías. No queremos que nos tomen por idiotas, no
queremos que bajo cualquier excusa se aproveche esta coyuntura, y se transforme
a la SI (ex SIDE) en una “Agencia política gubernamental” privilegiando
intereses políticos sectoriales por sobre la elevada misión de defensa de
nuestros interés nacionales, en el marco de una política de Estado.
Reitero lo que expresara en notas
anteriores, que el hecho de que muchos compatriotas tengan que enfrentar
represalias a través de acciones arbitrarias o abusivas, ha socavado la
capacidad de no pocos integrantes del Poder Judicial de decidir con
independencia casos políticamente sensibles, y obligo a muchos colegas a medir
las consecuencias de publicar información vital y opiniones críticas, dije
muchos no todos si observamos la vulgar reacción de esta mañana de Jorge
Capitanich.
Concluyendo, recordemos siempre que el
Fiscal Federal Alberto Nisman, no fue un Fiscal más, fue el Fiscal de la Unidad
Especial AMIA, que denuncio a la Presidente de la Nación Argentina Cristina Fernández.
Bs. As., Febrero 2 de 2015.
Fuente: InformadorPublico.com

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