miércoles, 1 de octubre de 2014

El síndrome de Argentina

diciembre 21, 2013
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Que nos quieran hacer creer que es normal que todos los años para esta fecha del calendario, tengamos que vivir expuestos ya no solo a la inseguridad, sino a la incertidumbre de saqueos, vandalismo, miedo, y porque no decirlo los malos tratos también, es una cosa; pero la realidad cotidiana y el lógico razonamiento indica lo contrario, indica que no solo no es normal, sino que es inhumano que los argentinos tengamos que vivir de esa manera. Les recuerdo que todavía están frescas la más de una decena de muertes, de días pasados, y que -más allá de unos pocos- todo pasó como si nada, como si la realidad se pudiera cambiar u ocultar con otras noticias o un simple discurso.
El Orden Republicano requiere de la independencia y el buen funcionamiento de sus tres Poderes, y afecta la salud de la Republica que ello no ocurra. En este “Síndrome de Argentina” ya es un hecho recurrente separar con ‘distintos artilugios’ de sus funciones a quien no es funcional al gobierno de turno, como es el caso del recientemente suspendido Fiscal Campagnoli por sus investigaciones referentes al lavado de dinero en la que está imputado Lázaro Báez. Estimo que a esta altura, en esta situación, a nadie escapa “la mano” de la Procuradora General de la Nación Alejandra Gils Carbo. Y tampoco escapa y no debemos dejar pasar por alto, cual es el verdadero objetivo de la suspensión de Campagnoli, sino la de efectuar con total impunidad una clara advertencia al resto de los Fiscales del Ministerio Publico.
También es este “Síndrome” el helicóptero yéndose de la Casa de Gobierno, fue una imagen repetida, y que provoca la misma sensación de incertidumbre y miedo que mencione al comienzo de la nota. Así fue la salida del Presidente de facto Alejandro Lanusse en 1973, recuerdo que en la plaza cantaban “se van, se van y nunca volverán”. Y volvieron, el 24 de marzo de 1976 el helicóptero se llevo a la Presidente Isabel Perón. El 19 de abril de 1987, el helicóptero llevo al Presidente Raúl Alfonsín a Campo de Mayo y lo trajo de vuelta. La huida del Presidente De la Rúa, no tuvo nada que ver con las tres situaciones anteriores, pero no por ello menos traumática, fue el caso de mayor licuación de poder en el menor tiempo posible.
Ahora vemos ante el silencio de muchos, que el ascenso de César Milani tiene los mismos cuestionamientos no de otros camaradas de armas que no fueron ascendidos, sino de muchos que están presos por los motivos que se le imputan al hoy Jefe del Ejército, acusado de crímenes de lesa humanidad durante el último gobierno militar. No es difícil no entender los fervorosos aplausos de Hebe de Bonafini, si es que a cambio estatizan la fundida Universidad que su “Fundación” dirige; la misma  “Fundación” que junto con Sergio Schoklender habría estafado en más de 300 millones de dólares al estado argentino con sus “sueños compartidos” -proyecto para la construcción de viviendas- con un tramado e ingeniería tan grande que rozaría a funcionarios de la primera línea gubernamental. Lo que si cuesta entender en este “Síndrome de Argentina” es el silencio de quienes no deberían hacerlo, y la gran contradicción manifiesta con la “política de derechos humanos del Gobierno Nacional”. Es evidente ante estos hechos, que los derechos humanos son para los amigos y aplaudidores del gobierno.
Un pueblo sin memoria navega a la deriva, es por eso este breve relato, para poder contribuir a recrear la historia, reconstruir las imágenes que nos permitan soñar y creer firmemente que el futuro que pensaron nuestros próceres es posible, que la obra y el sacrificio de nuestros grandes patriotas no ha sido en vano, que unos pocos no nos van a robar los sueños de muchos o de todos, que los sueños no son tarea de uno, sino de muchos.
En concordia y en paz, en medio del caos y del miedo generalizado, digamos basta a este nefasto “Síndrome de Argentina”.
Oscar Dufour
Twitter: @DufourOscar

Fuente: http://informadorpublico.com/2013/12/21/el-sindrome-de-argentina/ 

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