Donde no hay justicia para todos… no hay justicia; tampoco hay memoria…

24 de Marzo de 1976, día en que fue derrocado el gobierno constitucional que presidía María Estela Martínez de Perón.
Estos días cargados de tanta hipocresía por parte del “aparato estatal”, digamos una hipocresía presidencial que ha contagiado hasta el último de sus seguidores; no reconociendo jamás, la grave crisis que vive el País, faltando a la verdad con el mayor de los descaros. Este elenco presidencial, lamentablemente es un impulsor permanente de la crispación y la polarización, dejando constantemente como meta mensaje, que son ellos o el caos, y tratando de infundir en la sociedad, tal vez sin darse cuenta, que el miedo y el temor al que apelan recurrentemente, generan un fastidio y cansancio social pocas veces visto; en vez de impregnarse de serenidad, concordia y unidad, como un ansiado mensaje de paz a todo el sufrido pueblo argentino.Así las cosas, hoy 24 de marzo, a 38 años de haber sido derrocado el gobierno constitucional que presidía María Estela Martínez de Perón, y que muy pocos recuerdan, y menos aun lo manifiestan públicamente; sentí la necesidad de expresarme como ciudadano más de lo habitual, referente a este importante tema, que tanto divide a nuestra sociedad y en el cual hay heridas todavía muy abiertas, difíciles de cicatrizar; solo un milagro divino tal vez pueda curarlas, ruego por ello. Así, que manteniendo mi postura de toda la vida quise hacerla pública; para no solo alejarme de la hipocresía y de los hipócritas, sino también reflejar mis más sinceras convicciones, que son también las de muchos compatriotas, algunos no pueden expresarlas y otros tienen lógicos y entendibles temores de hacerlo.
Aquel 24 marzo, se derrocó por la fuerza un gobierno constitucional, hoy injustamente olvidado; que fue azotado por el accionar de las organizaciones terroristas, del ERP, Montoneros, etc., dejando estas organizaciones terroristas, un record de asesinatos nunca visto anteriormente en la historia de nuestro País; récord, hoy también olvidado.
Veamos entonces, la injusticia es la falta o ausencia de justicia. Si entendemos que la justicia es la búsqueda del bien común y del bienestar conjunto, la injusticia será entonces el beneficio de algunos en pos del perjuicio a otros.
Así las cosas, recordemos a Platón cuando decía “La peor forma de injusticia es la justicia simulada.” Y vaya si tenía razón …
Ahora bien, la imparcialidad, es un criterio de justicia que sostiene, que las decisiones deben tomarse con base a criterios objetivos, sin influencias de sesgos, prejuicios o tratos diferenciados por razones inapropiadas. Pareciera, que hoy, en nuestro tiempo, las cosas no son así, y no hay memoria.
Recordemos también, que nuestra querida democracia, no es el silencio o la mentira de algunos, es la claridad con que se exponen los problemas y la existencia de medios para resolverlo. No se vence, se convence; y es el sistema político, que desde un punto de vista moral, mejor respeta los derechos de la persona, reconoce el pluralismo, se basa en la igualdad jurídica y garantiza las libertades de todos quienes conformamos una sociedad. Este breve relato, me trae a la memoria, lo que estamos padeciendo como sociedad desde hace muchos años, y que me lleva a concluir, que “Si la justicia existe, debe ser para todos; nadie puede quedar excluido, de lo contrario ya no sería justicia y con ello, estaríamos “deformando” los preceptos sagrados de nuestra Constitución Nacional y la Democracia”.
Twitter: @DufourOscar
E-mail: dufouroscar@yahoo.es
Fuente: http://informadorpublico.com/2014/03/25/donde-no-hay-justicia-para-todos-no-hay-justicia-tampoco-hay-memoria/
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