MORENO Después de dos décadas y a casi un año de gestión del Intendente Walter Festa, se recupera un Municipio donde comienza a mejorar la calidad de vida de los morenenses. Análisis
Por Oscar Dufour | 
En muchas administraciones municipales no se pueden generar los fines deseados, los factores suelen ser diversos, pero en una gran mayoría, casi todos, escapan a la voluntad de quien tiene institucionalmente la máxima responsabilidad.
Proyectos de políticas públicas si son sustentables mejor, junto con una buena organización, recursos optimizados y funcionarios eficientes, suelen permitir la adecuada utilización de los procesos internos y externos vinculados con los objetivos de gestión, pero en general tampoco alcanza.
Una herramienta que suele operar como “salvavidas” es la coparticipación, el mecanismo a través del cual la Nación le gira plata a las Provincias, es un acuerdo que existe en nuestro País desde la década del ‘30 y que se tendría que renovar cada 10 años, cuestión que no ocurre desde 1985, aunque la Reforma Constitucional de 1994 obliga a renegociar nuevos acuerdos. A excepción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que tiene recaudación propia relevante, el resto de las Provincias han sido y lo siguen siendo deficitarias.
Analicemos entonces los Municipios históricamente “en rojo” por la estructura misma del aparato que tienen que mantener; la gran mayoría no recaudan mucho por sí mismos, y los más populosos del conurbano bonaerense, algunos como el caso puntual de Moreno, –mucho más importante nominalmente a la hora de contar los votos que la mayoría de nuestras Provincias-. Por lo tanto, son altamente dependientes de lo que el Estado Nacional le gira al Provincial, sea por coparticipación o por otros conceptos, donde además la política juega un papel fundamental, si sos o no sos oficialista, o “funcionalista”.
No hay que ser muy iluminado para comprender que Municipios sin una notable radicación de empresas, o bien con vecinos que tributen en tiempo y forma los impuestos que no son otros que el ABL, patente, etc., es muy difícil y hasta diría casi imposible poder, como mencione al comienzo, alcanzar los objetivos de gestión, que no es otra cosa que satisfacer los requerimientos de los vecinos para una mejor calidad de vida.
Entonces con una mirada objetiva, amplia y diversa, podemos deducir que en el Distrito de Moreno situado en el oeste del conurbano de la Provincia de Buenos Aires, el Intendente Walter Festa tiene habilidades de gestión, que sin duda y sin egoísmos mezquinos hay que destacar. Las obras públicas realizadas y en marcha, demuestran que está haciendo “malabarismos” con los magros recursos y aún menos ayuda del Gobierno provincial.
Luego de 20 años de abandono y de tantos otros donde también se puede polemizar la calidad de la administración, nos encontramos con la reciente Obra de la calle Graham Bell entre la colectora Sur del Acceso Oeste y la calle Misiones que conecta con el Acceso Oeste, la cual surge del pedido de los vecinos de Paso del Rey. O el avance de las obras públicas de las calles La Rioja, en la Reja Grande y Perú, en Villa Anita, después de tantos años de reclamos populares, donde ahora serán pavimentos de hormigón de aproximadamente 40 centímetros de espesor con cordón integral, y sistemas de desagües pluviales.
Estos meses pasados, entre tantas otras, seguramente podremos recordar lo realizado en el Bº Santa Brígida, en la calle Murillo, o en las céntricas España y Libertad, por citarlas algunas. Y también podemos recapitular todos los intentos de arrinconar, de mellar, de “operar” con la complicidad de y aquí y de allá de los “fenicios” de turno, a un Intendente que tal vez su único “pecado” sea tener un color político distinto.
EN CONCLUSIÓN: Es absolutamente injusto y fuera de toda lógica, pretender que el Intendente Walter Festa, en apenas 12 meses de gestión, revierta el estado de abandono de décadas del querido Distrito de Moreno.
Mientras todo ello ocurre, las Obras del Silencio continúan…
Los que quieran oír… que oigan
FUENTE: http://5minutosdenoticias.com/moreno-las-obras-del-silencio/
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