Preocupación por el crecimiento
constante de Sergio Massa en un momento político muy difícil para Macri. Algunos
analistas coinciden en asegurar que en las próximas semanas se profundizará aún
más la grieta que hoy emerge en su relación con la sociedad ante los casos de
corrupción en el PRO, que ya afloran en las segundas y terceras líneas,
provocando deserciones de radicales que se pasan al massismo. ¿Una garganta profunda o topo en
su espacio?
Por Oscar Dufour |
Todavía no había finalizado la Convención Radical que se llevó a cabo a
comienzos de Marzo de este año en la ciudad de Gualeguaychú, Provincia de Entre
Ríos, donde se estaba definiendo si los radicales apoyaban a Mauricio Macri o a
Sergio Massa, cuando se filtró desde el entorno del Jefe de Gobierno un “Mauricio
ya había arreglado, esto es para la tribuna”.
Julio Cobos, Gerardo Morales y Raúl Alfonsín, eran los dirigentes más
firmes para quitarle las personalísimas aspiraciones que exultante ostentaba el
Senador Nacional Ernesto Sanz. Se oponían con firmeza al arreglo con Macri,
pero su conducta partidaria les impedía realizar otra cosa que apoyar la
Convención que terminó dándole a Sanz, todo el poder de realizar su tan ansiada
alianza con el ex presidente de Boca Juniors. Como político experimentado,
sabiéndose perdedor en la futura interna que lo llevaría como precandidato
presidencial, esta le permitiría colocar en distintos cargos electivos, a
hombres de su estrecha confianza, así de este modo utilizando los 15’ minutos
de fama de Macri, se consolidaría en el seno de su centenario partido político,
marcando la impronta de un anti-peronismo acérrimo que dirigentes como el ex Secretario
de Seguridad de CABA, Facundo Suarez Lastra, se encargaron de marcar en cuanta
oportunidad tuvieron, calificados de sectarios dentro del propio radicalismo
pretendían colocar a todo el peronismo en una misma bolsa y anularlo,
profundizando aún más la grieta en nuestra sociedad.
A Sanz no le importó dejar correligionarios heridos en el camino,
tampoco lo distrajo de sus objetivos políticos, que Leopoldo Moreau, el más
díscolo para sus pretensiones y el más cercano a CFK, amenazara públicamente con
romper el partido “si ya lo había hecho antes Frondizi y Allende y sobrevivimos”,
cuentan que se le escuchó decir, y mucho menos que a su socio mayoritario se lo
acusara reiteradamente de ser más que funcional con el Gobierno Nacional. En consecuencia,
le importó su personalismo por sobre la fuerte apuesta del sector que encabezaba
Julio Cobos, en tándem con el formoseño Luis Naidenoff y el tucumano José Cano, quienes pretendían fortalecer la “identidad”
del radicalismo en un marco de alianzas que denominaban “amplio”, que incluía
al Frente Renovador de Sergio Massa, al socialismo y al GEN de Margarita
Stolbizer, con el objetivo de lograr una contundente victoria en las
presidenciales de Octubre. En tanto, los operadores de Sanz y la propia Elisa
Carrió ya habían dinamitado el Frente UNEN, que también era un importante escollo,
y ante la desprolijidad interna de la Convención, que sumaba declaraciones de
sectores macristas. Ricardo Alfonsín otro de los opositores al acuerdo
unilateral con Macri sentenciaba “Sanz se dedicó a
destruir lo que habíamos construido todos los radicales en el frente
amplio". Un párrafo especial merece el Senador Nacional “Nito” Artaza, donde
la juventud radical apoyó su oposición a la “jugada” de Sanz, entre las tantas
declaraciones que expresaban su desacuerdo por el apoyo a Macri, se destaca la que
describe al detalle lo que ocurría en Gualeguaychú “Sanz tuvo que huir de la Convención
en un patrullero, ante las puteadas de la juventud radical; los radicales, como
Sanz y los envejecidos ex alfonsinistas, hoy macristas, se acostumbraron a
consumir poder no a construirlo”.
La política además
de apasionante, es dinámica, se van sucediendo escenarios tras escenarios, en
muchos casos ayudados a ser instalados en el imaginario colectivo, por algunas
encuestadoras que desvirtuando su razón de ser se convierten en meros
operadores políticos, intentando influir de un modo u otro en el electorado, adjudicándole
al candidato de su preferencia una intención de voto que no es real, o una
polarización inexistente. También van surgiendo nombres que de la noche a la
mañana se encuentran encabezando lista de candidatos, como fue el caso del
periodista y “empresario” Fernando Niembro, que además en un abrir y cerrar de
ojos aparece alejándose de la política luego que le explotaran acusaciones de
corrupción, y denuncias judiciales que lo vinculan a hechos de lavado de dinero,
al momento sospechado de haber facturado de manera irregular contratos por más
de 21.000.000 de pesos con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con un “modus
operandi” muy parecido al que en Octubre de 2011 la legisladora Rocío Sánchez
Andía, denunciara en el Juzgado Nacional de Instrucción en lo Criminal N° 6, a
cargo del Juez Gustavo Pierretti, al entonces Secretario de Comunicación de
CABA Gregorio “Goyo” Centurión por los delitos de administración fraudulenta,
malversación de caudales públicos y negocios incompatibles con su función, también
con una cifra de dinero muy similar al caso Niembro. A Centurión de la misma
manera Macri le soltó la mano y casi al tiempo que la Justicia allanaba sus
oficinas de Bolívar 1 se suicidaba.
En conclusión: A esta altura no
importa demasiado cuántos casos más, similares al de Niembro o el de Centurión
hay en el Gobierno de la ciudad, si son “operaciones o causalidades”, interesa
la respuesta sólida de su titular, que no solo espera la sociedad en general
sino también muchos de sus seguidores. Macri debería ser más cuidadoso a la hora
de brindar respuestas, ya que decir que “fue un error de carga” 60 meses de
pagos que nunca recibió un medio de comunicación social deja mucho que decir, y
siembra cada vez más dudas que certezas que alientan no solo a una diáspora de
las líneas menores de su espacio, sino que cada punto que pierda de ahora en
más, lo aleja definitivamente de encontrarse en el ballotage disputando por
llegar a la Presidencia de la Nación. Por lo tanto, resulta impropio y
demuestra una vez más que no son erradas las sospechas de “amateurismo”
político que se le adjudican, evidenciadas al tener a Niembro por dos semanas
intentando “explicar la cuadratura del círculo” que le evaporó de la noche a la
mañana una buena porción de sus electores, circunstancia en la que no va a
solucionar su difícil momento político, con un silencio que lo acerca más a la
culpa que a la inocencia, sumado a un desesperado ataque que por estas horas
intenta en diversos medios de comunicación a través de sus “operadores
políticos” a su principal oponente, el líder del Frente Renovador Sergio Massa,
“proyectando” supuestos “arreglos” con el oficialismo, donde la realidad indica
y esto hay que decirlo con contundencia pese a las “chicanas” que no hay ningún
pacto Scioli-Massa.
Poco importa
entonces, porque ya es tarde, si Macri propició que en la “Convención radical
de Gualeguaychú” se le diera un marco formal a su entonces definida estrategia
electoral, que le brindó el argumento político para dejar de lado a Sergio
Massa formando un gran frente opositor, ante el cierto temor de perder la
interna presidencial con el tigrense, un recelo que se acrecienta a medida que
se acerca el 25 de Octubre y que al cerrarle la puerta al massismo, lo único
que hizo Macri, y mal que le pese a sus “usinas” fue prolongar su “agonía
política”, hoy potenciada por todos los casos de corrupción denunciados en CABA,
fue una jugada política celebrada en el oficialismo, que privó a toda una oposición
sin distinción de banderías de un rotundo triunfo electoral. Si Macri en vez de
brindar explicaciones claras y precisas a la opinión pública, o de cuidar a sus
aliados como el Senador Sanz quien habría amenazado con irse de la alianza si
surge un nuevo caso de corrupción, se defiende atacando sin fundamentos a Massa,
vuelve a cometer otro error en una seguidilla de desaciertos que en este
escenario electoral en desarrollo, lo estarían dejando fuera de juego. Es un
Macri, que a la luz de los hechos su mayor problema lo tiene en el interior de
su espacio, su mayor dificultad es esa “fuente” inagotable, que por rencores o
conveniencias políticas, brinda a la sociedad estas últimas semanas información
que lo perjudica notablemente. Cuando el gran escándalo político que en los ’70
tuvo lugar en los EEUU denominado “Watergate”, sinónimo de todos los aquelarres
políticos en el mundo, este no podría haberse develado sin “una garganta
profunda”; tal vez en la política vernácula se denomine “topo”, y por estas horas
habría hay un candidato presidencial que tendría el suyo, puro puro.
Oscar Dufour
Bs. As., Septiembre 30 de 2015.
www.anticipodenoticios.com
Bs. As., Septiembre 30 de 2015.

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