Nuestros símbolos patrios
Los símbolos Patrios “no se violentan” y “no se negocian”.
La Cámara de Diputados aprobó el miércoles 2 de Julio ppdo. el proyecto de Ley para declarar Emblema Nacional al pañuelo blanco que identifica a las organización madres y abuelas de Plaza de Mayo. La iniciativa de un diputado oficialista fue respaldada por 176 votos, mientras siete diputados lo hicieron en contra y otros 4 se abstuvieron. Las valientes siete diputadas que se opusieron a darle al pañuelo blanco la categoría de “emblema nacional” fueron Patricia Bullrich (Unión PRO), María Azucena Ehcosor (Frente Renovador), Laura Esper (Frente Renovador), Elisa Lagoria (Trabajo y Dignidad, el partido de Hugo Moyano), Silvia Majdalani (Unión PRO), María Schwindt (Frente Renovador) y Mirta Tundis (Frente Renovador).
El artículo primero del proyecto de Ley girado al H. Senado de la Nación, describe “el tributo a los valores que el mismo universalmente representa en la lucha por memoria, verdad y justicia y el respeto a los derechos humanos”. El Proyecto de Ley, también ordena “incorporar el pañuelo blanco de las Madres de Plaza de Mayo al acervo de los emblemas nacionales argentinos, en similares condiciones de tratamiento, usos y honores”.”
Que el mítico emblema de la “Organización de Derechos Humanos”, el pañuelo blanco que a modo de distintivo las identifica, tenga el mismo status que la escarapela o el himno nacional y deba ser declarado símbolo Patrio, resulta inapropiado; y mucho menos que lo sea bajo el argumento de representar universalmente la lucha por la memoria, la verdad y justicia y el respeto a los derechos humanos. Yo pensé que no había más nada porque asombrarse, evidentemente me equivoqué.
De aprobarse en el Senado, y no ser vetado por el poder Ejecutivo Nacional, el pañuelo blanco pasará a ser parte de la simbología Patria, colocado a la altura del Himno Nacional y la Escarapela Argentina. Una victoria cultural más del marxismo gramsciano, que reclama necesario comenzar a escuchar una voz colectiva que se distinga del pensamiento único y hegemónico.
Consideraciones generales
En octubre de 1977, la organización Madres de Plaza de Mayo decidió ir a la peregrinación a Luján. Para reconocerse propusieron primero un clavo en la solapa, pero como sólo era visible a corta distancia, una de ellas planteó llevar un pañuelo del mismo color en la cabeza. Lo del color era un problema y para resolverlo una de ellas propuso usar el pañuelo del hijo, todas ellas lo habían guardado. Así nació el Pañuelo Blanco.
Un pañuelo blanco que sin entrar en particularidades -porque no es el objeto de esta nota- represento y representa el incuestionable dolor ante la pérdida de sus hijos; pero también, un pañuelo blanco que con el correr de los años, fue manchándose cuando comenzó a hacer alianzas con organizaciones terroristas internacionales como la ETA, con la organización guerrillera mexicana “Ejercito Zapatista de Liberación Nacional” (EZLN), con las organizaciones narcoterroristas colombianas FARC y movimiento 19 de abril, con el régimen castrista de Cuba, con el régimen “chavista” de Venezuela; o representando a ex integrantes de las organizaciones terroristas vernáculas ERP y Montoneros, estas últimas, asesinos de miles de ciudadanos en nuestro país, victimas que reclaman Justicia y cuyas familias que los sobreviven, reclaman sus legítimos derechos sin identificarse con pañuelos blancos, esa ciudadanía también tuvo sus muertos, atacados a balazos o desintegrados en bombas que las organizaciones terroristas, estallaban sin previo aviso. Sobre esos muertos hasta hoy nadie desde el Estado ha propuesto un reparo, ni una búsqueda de memoria, verdad y justicia. Un pañuelo blanco, que también termino manchándose con la organización que lo utiliza como emblema “madres de plaza de mayo”, que se encuentra involucrada en la “causa sueños compartidos”, por el irregular destino que habrían brindado a los casi U$S 300 millones (300 millones de dólares) que el estado nacional le otorgó para la construcción de viviendas.
Años atrás, el intelectual, filosofo y escritor oficialista José Pablo Feinmann, propuso una “bandera para el siglo XXI. Como ejercicio de memoria, les recuerdo a continuación a nuestros lectores, fragmentos de su concepto, decía así: “¿Qué proponer entonces? Otra bandera. Vamos de a poco. Estamos en busca de los símbolos nacionales que signifiquen algo para nosotros hoy. Porque HOY es que hay que librar la ardua lucha (hegemónicamente cultural) de la identidad de este territorio que habitamos. Si alguien quiere conservar la azul y blanca y si -más aún- la quiere conservar con ese sol en el centro, ese sol enceguecedor que identifica a la bandera como bandera de guerra, que la conserve. Pero para los actos militares o, a lo sumo, para algunos protocolos oficiales. Aquí, desde estas líneas, tenemos una propuesta que debiera ser casi inapelable. El único símbolo nacional glorioso, universalmente aceptado, honrado e incorporado por otros países como símbolo de la más pura de las luchas, la de lucha por los derechos humanos es el pañuelo de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo. Para este siglo XXI, para esta lucha de hoy contra la globalización del Uno Imperial, necesitamos otra bandera. Que sea azul y que sea blanca, como la anterior. De acuerdo. Pero le sacamos ese sol de la guerra y ahí, en ese lugar, reemplazándolo, ponemos el pañuelo blanco de las Madres y la Abuelas, el pañuelo de la paz, el de la vida, el de nuestro más genuino, verdadero orgullo.” Que cada lector saque sus propias conclusiones, si a todas luces, es más que evidente, que el presente Proyecto de Ley, no es solamente la iniciativa de un legislador oficialista…
El precedente testimonio de Feinmann, uno de los voceros del pensamiento único y hegemónico, construye un relato oficial que, por vía de la negación, ocultamiento o manipulación de los hechos, pretende investir de gesta épica el actual estado de cosas, y donde la discusión de ideas es sustituida por la descalificación del interlocutor y toda disidencia es estigmatizada. Como contrapartida, voy a recordar al Dr. Nelson Mandela, quien fue un símbolo de la lucha por los derechos civiles en el mundo. Todas las luchas por los derechos humanos están relacionadas a nivel mundial, y ninguna puede estar desvinculada; por ejemplo el líder de los derechos civiles en EEUU Dr. Martin Luther King estaba muy influenciado por el ejemplo del líder de India Mahatma Gandhi. Gandhi mismo comprobó la injusticia del apartheid en Sudáfrica. El Dr. King siempre estuvo interesado en el conflicto de ese país y apoyó la primera petición de libertad de Mandela a finales de 1960. Decía, “Para los jóvenes que se enfrentan a los prejuicios raciales que todavía dividen a nuestra sociedad, la lección de Mandela es que, a pesar de que él fue oprimido sin piedad por un Gobierno blanco, jamás tuvo un comentario racista, nunca habló en contra de los blancos. Él siempre aseguró que luchaba, no por la liberación de la opresión de los blancos contra los negros, sino por la libertad de todas las personas”.
Conclusiones
Recordemos entonces el claro, unificador y pacificador mensaje del Dr. Nelson Mandela, que pasó de líder terrorista a político hasta llegar a presidente de Sudáfrica (1994-1999), y recordemos también, que los símbolos otorgan pertenencia; no contaminemos nuestros símbolos Patrios, con trapos manchados de corrupción y terrorismo.
Un símbolo Patrio debe unir a toda una sociedad para los tiempos; hoy los impulsores de este Proyecto de Ley, pretenden aparecer como protagonistas de una histórica transformación social, mientras la brecha de desigualdad se profundiza; es entonces, que ante tantas falsedades y medias verdades, muchos ciudadanos en nuestro país siguen esperando por obtener verdad, memoria y justicia y no usan pañuelo blanco; las “madres de plaza de mayo” consecuentemente deberían pedir perdón a todos los argentinos, por los muertos que causaron sus hijos, la salud de la Republica se lo agradecería.
Señalaba el General Manuel Belgrano en sus Memorias, sobre el Cabildo abierto del 22 de mayo de 1810 “Una porción de hombres estaban preparados para la señal de un pañuelo blanco, ante el ataque de los que quisieran violentarnos”. Que sirva entonces, este histórico recuerdo, de uno de nuestros máximos próceres, como señal, de que nuestros símbolos Patrios “no se violentan” y “no se negocian”.
@DufourOscar
Fuente: http://informadorpublico.com/2014/07/05/nuestros-simbolos-patrios/


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