42º PEREGRINACIÓN JUVENIL A LA BASÍLICA DE LA VIRGEN DE LUJÁN El
Arzobispo primado de la Argentina Cardenal Mario Poli expresó una dura
homilía en la misa central, y se sumó al mensaje del Papa Francisco al
pedir a los argentinos que se “echen la Patria al hombro”.
Como es habitual desde
sus comienzos, una corriente imparable de peregrinos llegó a Luján
siguiendo la imagen cabecera de la Virgen, bajo el lema “Madre, danos tu mirada para vivir como hermanos”. Fue un “mar de vida”
estimado en más de un millón de fieles que aún en el último tramo bajo
la lluvia, no suspendió su marcha al corazón religioso y el centro
mariano más querido del pueblo argentino.
Este epicentro, que según los
historiadores refieren a una primera realizada un 3 de diciembre de
1871, representa a lo largo de más de una centuria algo especial para el
pueblo argentino, para la fe cristiana y para la Iglesia Católica; por
lo tanto las homilías que allí se manifiestan son peculiares al tiempo
que representativas, como la expresada el 11 de junio de 1982, en plena
guerra de Malvinas, por el entonces Papa Juan Pablo II en su visita pastoral a Argentina y Brasil, donde expresó “…de
manera especial te confío todos aquellos que, a causa de los recientes
acontecimientos, han perdido la vida: encomiendo sus almas al eterno
reposo en el Señor…”
El 7 de octubre de 2012 en la 38º
Peregrinación Juvenil a Luján, el entonces Arzobispo de Buenos Aires,
primado y Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina Cardenal Jorge Mario Bergoglio -nuestro Papa Francisco– expresó “hoy, en la Casa de nuestra Madre le venimos a hacer un pedido: que nos enseñe a trabajar por la justicia”. El
magisterio de Francisco está claramente expuesto en las numerosas
homilías, cartas pastorales y otros documentos que escribió a lo largo
de su vida sacerdotal, pero las homilías en la Basílica de Lujan son
determinantes y me animaría a expresar, inspiradoras desde que ocupó en
Roma el sillón de Pedro.
El 30 de septiembre pasado, el Papa Francisco pidió que el pueblo argentino “se ponga la Patria al hombro”, -en
un mensaje difundido en el Vaticano mientras llegaba a Georgia, una
escala de su viaje pastoral al Cáucaso-, donde propuso que se trabaje
por crear la “cultura del encuentro” y recomendó a los argentinos que “hagan alguna obra de misericordia todos los días o cada dos días”.
Hoy domingo, el Arzobispo de Buenos Aires Mario Poli encabezó la celebración principal en la Basílica de Luján, y en su homilía se sumó al mensaje del Papa Francisco al pedir a cada uno de los argentinos que se “echen la Patria al hombro”, y reclamó “si
podemos hacer algo con los pobres, especialmente con los que pasan a
nuestro lado, no seamos indiferentes; si podemos compartir algo con
ellos, hagámoslo”.
EN CONCLUSIÓN: Desde el “Milagro de la Carreta”
que ancló en Lujan, siempre hubo peregrinaciones espontáneas,
coordinadas e ininterrumpidas, es que la imagen de nuestra Madre vestida
con los colores de la bandera nacional, es un símbolo de nuestra historia para encontrar la tan ansiada unidad de los argentinos.
En cuanto al mundo, fue el entonces Papa Juan Pablo II
donde una tarde del 11 de abril de 1987, lo encontró en vuelo en las
inmediaciones del Aeroparque Metropolitano procedente de Rosario, y pidió sobrevolar la Basílica de Luján, ocasión en la que rezó un rosario, y entre otros conceptos expresó “Europa está muy desacralizada, ustedes deben perseverar en la evangelización y no bajar los brazos, la salvación del mundo partirá de la Argentina”.
Entonces, era impensado que Jorge Mario Bergoglio, fuera hoy nuestro Papa, y tal vez el pedido “echen la Patria al hombro” en la actualidad sea imprevisible, aunque no deja de ser inspirador.
Los que quieran oír… que oigan

No hay comentarios:
Publicar un comentario