martes, 20 de septiembre de 2016

PARIDAD: CARLOS TRABOULSI PLANTEA UN DEBATE DIFERENTE



POLÉMICA & DEBATE  El Presidente de la Democracia Cristiana porteña Carlos Lionel Traboulsi se anima a plantear un debate diferente sobre el proyecto de Ley de PARIDAD, sostiene que los cargos deben ganarse y no concederse generosamente por quien tiene el poder de decisión por una cuestión de género. Es probable que la iniciativa de PARIDAD termine en la Justicia.
Por Oscar Dufour |                                            twitter DufourOscar
A pesar que la corporación política se niega a abrir el debate de los cupos de cara a la sociedad, ésta a través de distintos dirigentes va ingresando a la discusión y con argumentos que, en muchos casos resultan irrebatibles, mostrando un futuro bastante oscuro para el sistema de partidos políticos y el sistema democrático en sí, si es que estas leyes se aprueban.
Efectivamente desde el Frente Renovador que lidera Sergio Massa, por parte de Malena Galmarini y otros, se está impulsando una ley de PARIDAD donde se establecen cupos del 50% para las mujeres y del 50% para los varones. El argumento es que las mujeres son cada vez más, y ello debe reflejarse en las representaciones de las listas de las autoridades de los partidos políticos y en las listas de candidatos a cargos electivos; que ésta es una necesidad que surge de la igualdad de género.
Por otro lado se sostiene que estos cupos actúan como techo tanto para la mujer como para el varón, con lo cual se discrimina la capacidad y el mérito para integrar las listas de candidatos a autoridades partidarias y a cargos legislativos.
En este debate de hecho, Carlos Lionel Traboulsi, Presidente del Partido Demócrata Cristiano de la Capital Federal, lidera una parte de la opinión de la sociedad que se opone firmemente a esta consagración del cupo femenino, y agrega que él está por la promoción de la mujer basado en la capacidad, idoneidad, decencia, coraje y compromiso con el Pueblo y que si fuera necesario que el 100% de las listas estuvieran integradas por mujeres, no habría inconvenientes.  Sostiene que los cargos deben ganarse y no concederse generosamente por quien tiene el poder de decisión por una cuestión de género. Pero más grave aún sostiene Traboulsi, la muletilla de “PARIDAD” que utilizan quienes impulsan la igualdad de representación en las listas terminará tarde o temprano en la Justicia,  siendo desvirtuada por todos aquellos que se sientan con derecho a integrar las listas y que por razón de un cupo forzoso, caprichoso, legal, quedan excluidos.
Propongo que hagamos un ejercicio e imaginemos la realidad cotidiana en pleno siglo XXI, por un lado los que defienden la ideología de género y sean transexuales, homosexuales o lesbianas y con razón sostengan que no son ni varones ni mujeres, tendrán sus porcentajes basados en la inconstitucionalidad de la norma, ya que el artículo 16 de la Constitución Nacional nos dice que no hay diferencias en la República Argentina y que todos somos iguales ante la ley, siendo la idoneidad lo que marca la oportunidad concreta de cada uno.
Pero una vez que estos sectores consigan sus cupos, es obvio que otros también querrán el beneficio para su sector específico; allí estarán los jóvenes, los trabajadores, los profesionales, los pobres, los ricos, y así hasta llegar a bolsones sociales con características propias y diferenciadas del resto que tienen por demás derechos para compartir cupos legales en las listas.  Esta postura por demás de ser discriminatoria, es atentatoria contra las herramientas fundamentales de la democracia como son los partidos políticos, ya que por vía de cupos se le coarta la libertad a los mismos para decidir sobre la oferta electoral de candidatos, debiendo todos en forma uniforme cumplir con los cupos de ley siendo en consecuencia, las únicas diferencias, las provenientes del poder o el conocimiento popular, yendo a un sistema de partidos absolutamente innecesario materializando los partidos únicos o bipartidismos.
Si los partidos políticos no pueden decidir sobre sus candidatos ya que deben armar las listas con lo que la ley les obliga, se pierde el primer eslabón propio de la democracia que es la representación, el partido deja de representar a una parte de la sociedad para masificarse con el resto de los partidos producto de la ley que establece los cupos.
Una decisión afortunada fue en el año 1991 el establecimiento del cupo femenino en un 30% que junto con otras legisladoras, impulsó la entonces Diputada Nacional Marcela Durrieu, ya que el mismo actuó como piso para que la mujer, que hasta ese momento estaba excluida, pudiera participar más activamente.  Ello se consiguió a punto tal que hoy en la Cámara de Diputados nacionales las mujeres representan un 38% aproximadamente, y en la Cámara de Senadores un 42%. Estos logros fueron producto de un piso y la idoneidad de la mujer, no de la concesión machista, ¿porque ahora se pretende coartar la posibilidad de crecimiento de la mujer? se preguntan quienes están en disconformidad con el cupo propuesto.
Del lado del poder nace la propuesta de una ley de PARIDAD, donde la igualdad entre el varón y la mujer sea real y la integración de las listas uno y una o a la inversa.  Pareciera que responde más a una necesidad de “negocio político” que a una necesidad de promoción de la mujer, ya que ella no solo está participando activamente, sino quedebieran buscarse otras formas de generar un ámbito amigable dentro de la política, para permitir y promover la participación de la familia en su conjunto.
EN CONCLUSIÓN: Desde los sectores de la sociedad, en este caso bajo el liderazgo de Carlos Traboulsi, se levanta una fuerte crítica que no solo en general es ignorada por el Poder, sino que se elude el espacio de debate. En particular, lo propuse a quienes desde el Frente Renovador impulsan la Ley de PARIDAD no encontrando al momento respuesta alguna, más que un “estaban todos de acuerdo”, cuestión que a la luz de los hechos emergentes difiere de la realidad.
Quien se anima a plantear un debate diferente es el dirigente Carlos Traboulsi, propone la apertura de una discusión de cara a la sociedad y luego la realización de una consulta popular, para legitimar la votación en el Congreso de la Nación hacia un lado u otro.  Sabemos que se están convocando fuerzas políticas en este sentido, e incluso anticipo que la Juventud Demócrata Cristiana Porteña saldrá en estos días a la calle a recolectar firmar bajo el lema: “PARIDAD SI CUPOS NO”.  Hay un resultado abierto, no sabemos cómo saldrá.  Las cartas están echadas.
Los que quieran oír… que oigan   

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