Bajo el lema de Eva Perón “Si la patria fuera grande y el pueblo feliz, ser peronista sería un derecho”, Gustavo Menéndez, Intendente de Merlo, abrió las puertas de su distrito el pasado 26 de julio con una Misa en la que asistieron Intendentes, Diputados, Concejales, Secretarios gremiales y Organizaciones sociales del peronismo, del Frente Renovador y de Cambiemos, en la Iglesia Nuestra Señora de Fátima, que junto a una multitudinaria concurrencia le rindieron homenaje a la abanderada de los humildes. Misa & Marcha de antorchas por Evita
Por Oscar Dufour | 
Siempre en torno a Evita, hubo más fervor religioso que homenajes, desde que enfermó allá por 1950, altares y capillas improvisadas se levantaron en todo el País para rezar por su salud, una liturgia que en pleno 2016 genuinamente continúa de generación en generación.
Los días previos a su muerte, 26 de julio de 1952 a las 20:25 horas, un ambiente de desolación y tristeza invadió a todos los barrios populares de la Argentina, es que más allá de las ideologías, los amores y odios, las simpatías y los rencores, antes de Evita y de Perón solo había “derechos” para un sector minoritario de la sociedad, y Ella, fue no solo la artífice sino también, el motor de la conquista de los derechos sociales que los analistas denominamos de 1º generación, los que brindaron un “statu quo” para que haya otro orden o equilibrio en la sociedad Argentina, como hoy dice el Papa Francisco en su encíclica “Laudato Sí”, la cercanía con los más desprotegidos.
¿Por qué puse en foco al Intendente de Merlo Gustavo Menéndez?
En primer lugar, porque aplaudo a los funcionarios, dirigentes políticos, gremiales y sociales peronistas que concurrieron a su invitación, que en definitiva no era otra cosa que el llamamiento sin dobleces de la gente, tal como en vida siempre lo quiso Evita; donde se pudo ver entre otros a Gabriel Katopodis, Intendente de San Martín; Juan Zabaleta, Intendente de Hurlingham; Ricardo Curutchet, Intendente de Marcos Paz; Francisco Echarren, Intendente de Castelli; Enrique Cresto, Intendente de Concordia;Juan I. Ustarroz, Intendente de Mercedes; Lauro Grande, Diputado provincial; el caudillo peronista de San Miguel Franco La Porta; concejales del peronismo, Frente Renovador y Cambiemos, junto a dirigentes sociales y gremiales.
En segundo lugar, porque puso en evidencia la mezquindad de unos pocos, muy pocos, como el caso de una Diputada nacional y un Diputado provincial que pretendieron arrogarse la convocatoria en un distrito cercano que no les pertenece, cuando todos y más los que hemos pasado los 60 años sabemos que la gente por Evita ahí o en cualquier otro lado, concurre sola.
Y en tercer lugar, porque el Intendente de Merlo Gustavo Menéndez, sin arrogarse nada, no hizo más que abrir amablemente de par en par las puertas de su territorio, con un sentido y sincero recuerdo popular, que luego de la ceremonia religiosa, finalizó con una multitudinaria marcha de antorchas por la Av. San Martín, solo recordable a las que lideraba en Morón el fallecido ex Intendente y periodista, Juan Carlos Rousselot.
En Conclusión: Evita es un verdadero paradigma que supo descubrirle a la realidad todos los matices, todos los trasfondos; no es difícil entender entonces, el sincero amor que hoy perdura en una importante mayoría del pueblo argentino por Ella; tampoco el despreciable oportunismo de unos pocos, y también el porqué de sus implacables y despiadados detractores.
Sesenta y cuatro años después de su muerte, la realidad política y social Argentina nos vuelve a colocar en una nueva encrucijada, solo espero que por vivencias, por lectura de nuestros hechos contemporáneos, o porque la voz de muchos de los que ya no están, nos iluminen a todos, unos y otros, para no volver a cometer los mismos errores del pasado.
Los que quieran oír… que oigan
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